La ropa transmite dos tipos de sensaciones: primero están las que tú transmites a los demás a través de los colores que utilizas en tu vestuario, provocando emociones que van desde la confianza hasta los celos; en segundo lugar, la ropa que llevas te transmite sensaciones a ti mismo dependiendo, entre otros factores, de su color.
Éstos son algunos de los colores que solemos vestir y las sensaciones que pueden provocar:
El negro: Es el color de la autoridad, del poder y del drama (luto). Suele utilizarse para conseguir un efecto visual adelgazante.
El blanco: Es sinónimo de pureza, castidad, y pulcritud. Es muy usado por todo el mundo en una gran variedad de ocasiones, porque pega con todo.
El azul: Da la sensación de tranquilidad, autoridad, confianza y lealtad.
El marrón: Transmite estabilidad. Al igual que el beige y canela, el marrón es un color tierra relajante. Esta sensación ayuda a reducir el estrés e invita a las personas a acercarse hacia a ti para conversar.
El gris: Simboliza neutralidad y sofisticación.
El rojo: Transmite calor, peligro, poder, pasión y fortaleza. El logotipo de Ferrari utiliza el rojo con inteligencia, pues éste es un color intenso y emocional, y estimula una respiración y un ritmo cardíaco más rápidos.
El naranja: Las personas que lo usan dan la sensación de tener una autoestima fuerte y segura.
El amarillo: Transmite desde alegría y esperanza hasta precaución, decadencia y celos.
El verde: Transmite éxito, salud y seguridad. El verde oscuro es masculino y conservador.
El púrpura: Simboliza lealtad, riqueza, poder y sensibilidad. Es además el color de la pasión y del amor.
El rosa: Puede inspirar una gran variedad de emociones, desde diversión y excitación (rosas fuertes) hasta relajación y falta de energía (rosas pálidos).
Los colores están llenos de sensaciones y sentimientos, y esto influye tanto en ti como en los demás. Los colores pueden conseguir que tu actitud sea más positiva o negativa, e incluso que atraigas a los demás o que se alejen de ti.
La ropa se llena de recuerdos, tanto buenos como malos. Todas estas sensaciones son las que puedes mostrar al exterior según los colores que te pongas y dependiendo de cómo los utilices, pero… ¿Has pensado qué sensaciones te transmite a ti la ropa, independientemente de su color?
A continuación te demostraré que la ropa se llena de recuerdos y que éstos te afectan sin darte cuenta.
Seguro que tienes prendas en el armario que te regaló tu pareja o que te compraste y que no te pones sin saber por qué.
A veces te despiertas de buen humor y cuando te vistes… ¡se te tuerce el día! Sin saber por qué todo te parece mal y te sale todo del revés.
Coge las prendas que te causen esas sensaciones y piensa si cuando las llevabas pasaste por un mal momento que has intentado olvidar.
Y es que cada vez que vistes esas ropas, inconscientemente vuelves a esos recuerdos, a esas malas experiencias. Incluso seguro que tienes ropa que te gustaba demasiado y alguien te la estropeó sin querer y te da rabia no ponértela.
¡Deshazte de toda esa ropa! Verás que liberación: pronto empezarás a olvidarte por completo de esos malos recuerdos que te transmitía.
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