¿Qué genera en el cerebro de un aficionado ver su deporte favorito?

Cuántos se sienten deportistas por aventarse todo el fin de semana viendo los torneos de fútbol, de americano, de béisbol o las peleas de box y las carreras de atletismo, hasta sacan el outfit dominguero depants y tenis para correr, pero no pasan del sillón de la sala.
A todos ellos les tengo una noticia que los va a dejar con el ojo cuadrado, pues recientemente el científico Daniel Glaster del King´s College de LondresReino Unido, ha investigado qué ocurre en el cerebro cuando vemos deportes.
Según con este investigador, al ser espectadores de algún deporte se activan distintas zonas dentro de nuestro cerebro, cada una con una función diferente. La zona cuya principal responsabilidad es hacer que el cuerpo se mueva también se activa cuando vemos deporte, aunque no nos estemos moviendo, para ayudarte a observar los movimientos.
Podría decirse que sentimos los movimientos de los deportistas mientras los observamos (claro, que “los sientas” no va a hacer que quemes calorías o te broten conejos de los brazos).
También simulamos sus sentimientos como si los ejecutáramos nosotros mismos para poder predecir, ver y anticipar mejor lo que están haciendo, como un efecto espejo.
Mientras vemos nuestro deporte favorito nos movemos a cada momento y es necesario dividir los movimientos en dos tipos:
  1. Empatía directa: en una especie de resiliencia motora la persona se mueve como el deportista, es una replica del movimiento; por ejemplo, si el tenista se mueve a la derecha, el espectador se mueve hacia el mismo lado, si se acerca o se aleja pasa lo mismo.
  2. Contagio emocional: viene de expresiones directas de emociones; conocemos qué movimientos y gestos humanos van relacionados con cada emoción, por ello sabemos si lo hace de una manera feliz o triste y se generan esta emociones en tu cerebro. Es la reacción inconsciente que conecta tu sistema emocional con la persona a la que estas observando.
Todos, T-O-D-O-S… hemos saltado de nuestro asiento a celebrar algún gol o lamentado que nuestro atleta no haya quedado en buena posición y estos movimientos como espectador no significan que expreses lo que sientes, sino que te hacen sentir más emoción; aunque ésta se genere en el cerebro no se completa la sensación hasta que se materializa, sí, hasta que te paras corriendo y gritas junto con tus amigos.


fuente:http://blogdelhombre.com/


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